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Vegetales prosperos que unen fronteras (Comisión de Arveja y Vegetales)

Desde muy temprano, hombres y mujeres en el área rural salen al campo a cultivar arveja china, arveja dulce, ejote francés y minivegetales, productos que les han permitido mejorar sus ingresos familiares y elevar el nivel de desarrollo en sus comunidades.

Uno de los cultivos sobresalientes del sector de vegetales es la arveja china, que ha contribuido como promotor de desarrollo en Guatemala por más de 30 años y que ha traído oportunidades a familias en áreas rurales.

Se le conoce como “el cultivo de la paz”, dado que a muchas familias les permitió reponerse del conflicto armado interno, convirtiéndose en una alternativa productiva y así tener un presente alentador y un futuro mejor.

Estos cultivos agrícolas no tradicionales y que han diversificado la oferta exportable del país, llegan a Estados Unidos (65%), Europa (30%), Canadá, Asia y Centroamérica (5%), con una demanda creciente, lo que permite a los agricultores obtener mejores ingresos económicos y un desarrollo sostenible, ya que pueden cosechar cada 90 días con utilidades hasta seis veces mayores a las generadas por la agricultura de subsistencia.

Guatemala es actualmente uno de los mayores productores y exportadores de arveja china, enviando aproximadamente 70 millones de libras anuales. Ese vegetal se exporta como producto fresco y congelado, en diferentes empaques y presentaciones, a todo el mundo.

Con más de 30 años de exportar producto de excelente calidad y con altos estándares de inocuidad, cumpliendo las normativas y regulaciones internacionales, ha permitido que se fortalezca la cadena productiva, desde los productores organizados, proveedores de insumos, proveedores de servicios, exportadores, empresas de transporte terrestre, marítimo y aéreo, además de los beneficios indirectos generados en las comunidades por el incremento de ingresos que son utilizados localmente para dinamizar la economía rural.
Otro de los productos con crecimiento del sector es el ejote francés, del cual se exportan alrededor de 55 millones de libras al año, innovando en diferentes tipos de empaques requeridos por los mercados internacionales.

La dinámica y crecimiento del sector han permitido que los empresarios exportadores impulsen el desarrollo y busquen mejorar la calidad de vida de más de 50 mil familias, en aproximadamente 200 comunidades rurales.

El 85% de la producción nacional de arveja, ejote y minivegetales, se localiza en los departamentos de Chimaltenango, Sacatepéquez y Sololá. El éxito de la industria ha promovido el desarrollo de nuevas áreas productivas en Huehuetenango, El Quiché, Alta Verapaz, Baja Verapaz y Jalapa, que completan el 15% restante.

Se estima que se cultivan alrededor de 11 mil hectáreas de arveja, 4 mil de ejote y 6 mil de brócoli, que generan casi 60 mil empleos directos por temporada y hasta 1.5 millones de jornales al año.
Fuentes oficiales afirman que aún existen áreas aptas para sembrar estos cultivos y se disponen de, al menos, 250 mil hectáreas más con potencial para el fortalecimiento del sector de vegetales, si se llegara a contar con el apoyo y la infraestructura productiva necesarios.

La industria ha madurado, por lo que las actividades del sector exportador se enfocan en promover la implementación de sistemas de gestión de calidad, cumplimiento de buenas prácticas en procesos de producción y valor agregado, normativas sanitarias y fitosanitarias, gestiones regulatorias nacionales e internacionales, transferencia de tecnología, investigación agrícola, así como en la promoción comercial a nivel nacional e internacional.

En 2016 se creó la Fundación Nacional de la Arveja (Fundarveja) como una iniciativa de las empresas agroexportadoras, con el objetivo de apoyar a las comunidades a través de programas de responsabilidad social empresarial, generando desarrollo integral y mejores condiciones de vida para las familias productoras del área rural. Esto, a través de programas y proyectos educativos, nutricionales y de saneamiento ambiental, enfocados al empoderamiento y generación de oportunidades para el desarrollo social y de capital humano, respetando la identidad y prácticas culturales, así como la equidad de género.

Exportar vegetales de alta calidad al mundo, cumpliendo los estándares globales y con responsabilidad social empresarial, la arveja china, arveja dulce, ejote francés y los demás vegetales no tradicionales, son de gran valor en el desarrollo rural sostenible de Guatemala.