Aromático que Conquista el Mundo
Altas montañas y más de 300 microclimas hacen que las condiciones de Guatemala sean las más favorables en el mundo para producir café de alta calidad, que es reconocido internacionalmente por su excelente perfil de taza.
El aromático guatemalteco, que se cultiva hasta 6 mil 500 pies sobre el nivel del mar – 2 mil metros snm -, se ha convertido en un motor de desarrollo, ya que fomenta el comercio y el empleo en el área rural del país. El 79% del café producido es estrictamente duro y su recolección manual permite que la cosecha sea selectiva, puesto que se escogen sólo los frutos maduros, lo que genera más de 500 mil empleos.
El café es el producto agrícola principal de Guatemala, puesto que se vende en los mercados de cafés de especialidad más exigentes de todo el mundo.
Una de las grandes ventajas del grano guatemalteco es que el 98% se cultiva bajo sombra, lo que genera un impacto positivo en la biodiversidad, los recursos hídricos -tres millones de metros cúbicos de agua por año-, suelos y fauna. Se estima que 38 millones de árboles de sombra y cafetos crean un bosque que se extiende por más de 305 mil hectáreas en las áreas rurales del país.
De las variedades arábicas que produce Guatemala, caturra, catuaí y bourbón predominan con un 78%. También se produce pacamara, típica, geisha y robusta.
El café, que representa entre 2.5% y 3.5% del Producto Interno Bruto, ocupa actualmente el segundo lugar del total de las exportaciones de productos agrícolas, con un 13%.
Guatemala se encuentra entre los primeros diez países líderes en exportación de café. Más de cuatro millones de sacos de 46 kilos, exportados durante la cosecha de 2016 generaron US$648 millones en divisas.
Entre los destinos a los que llega el aromático guatemalteco está Norteamérica, con el 45% del total (Estados Unidos, 32%, y Canadá, 13%); Europa, 27% (Bélgica, 8%, Italia y Alemania, 5% cada uno, y otros países, 9%). Asia, 24% (Japón, 20%, Corea del Sur, 3% y Taiwán, 1%). El resto del mundo compra el 4%.
El parque cafetalero nacional cubre 305 mil hectáreas y el grano se produce en 204 de 340 municipios del país, donde hay 125 mil familias, de pequeños, medianos y grandes productores.
La Asociación Nacional del Café (Anacafé) representa a todos los productores del país, con el fin de que comercialicen su producto y apuntalar el desarrollo de la caficultura desde un enfoque de sostenibilidad, sobre sus tres principales ejes: económico, ambiental y social. Garantizando así, la prosperidad de cada actor de la cadena y su familia, mejorando su calidad de vida y conservando los recursos naturales para futuras generaciones.
Adicional, como una iniciativa enfocada a la sostenibilidad, la Asociación busca transmitir a los caficultores las buenas prácticas en la producción del café, a través de su política ambiental y laboral.
También brinda asistencia técnica, investigación, laboratorio de análisis sensorial y tostaduría, así como promoción nacional e internacional.
Anacafé promueve la marca Guatemalan Coffees, granos especiales de las regiones y subregiones del país. Guatemalan Coffees participa en ferias internacionales y expone el café de los productores a los distintos países interesados en el aromático.
El programa de subasta, Cup of Excellence, de la Alianza para la Excelencia del Café (ACE) es otra de las iniciativas impulsadas por la Asociación. Esta herramienta expone el café de los productores locales a un selecto grupo internacional de compradores, miembros del programa.
Para enmarcar el compromiso de Anacafé con el país, se creó la Fundación de la Caficultura para el Desarrollo Rural (Funcafé), una iniciativa que busca, desde 1994, promover el desarrollo de las áreas rurales y ser el brazo social de la caficultura nacional.
En 23 años, Funcafé ha trabajado sobre tres pilares: salud, educación y seguridad alimentaria. Beneficiando a 113 mil familias, 11 millones de consultas médicas y más de 919 mil estudiantes cubiertos.
En 2016 atendió 66 mil 304 servicios de salud a familias que pertenecen a cooperativas y asociaciones de pequeños productores de café.
Lo anterior, solamente es una evidencia del trabajo consolidado de sostenibilidad integral que en Anacafé se impulsa desde hace más de 57 años y que persigue conquistar los paladares más exigentes con la historia, aroma y sabor del mejor café del mundo.